Irma Franke
Piquero
peruano, Sula variegata
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El piquero peruano (Sula variegata) es endémico de la Corriente fría de Humboldt por
lo que su distribución está restringida a las costas de Perú y Chile entre los
4 y 38 grados latitud sur (Harrison 1983, Simeone et al. 2003 citados por
Zavalaga 2015).
Es la segunda especie de ave
guanera más numerosa. Los piqueros son menos gregarios que los guanayes y
anidan en colonias menos densas. No solamente ocupa las partes planas o
pendientes de las islas y puntas sino también acantilados verticales,
comportamiento ausente en las otras dos especies de aves guaneras. En Octubre
de 2014, el número total de piqueros en el Perú fue estimado en 1´185, 852
individuos y es más abundante en el Perú central (Zavalaga 2015).
Piquero
peruano, Sula variegata (Foto S.
Austermühle)
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Aunque la dieta de los
piqueros está compuesta de 14 especies de peces, y calamares, la principal
presa es la anchoveta que capturan
lanzándose en caída libre de diferentes alturas. El impulso de la caída les
permite atravesar los primeros metros en la columna de agua con el mínimo
esfuerzo. Pueden bucear en promedio a 2 m de profundidad (Zavalaga et al. 2010,
Ludynia et al. 2010, Weimerskirch et al. 2012 citados por Zavalaga 2015),
aunque las máximas inmersiones alcanzan los 8 m de profundidad. En la Isla Lobos de Tierra
y Lobos de Afuera los piqueros lograban hacer hasta dos o tres viajes de
alimentación durante el período de crianza de sus pichones, alimentándose a una
distancia promedio de 25 km
de la colonia (Zavalaga et al. 2010 citado por. Zavalaga 2015).
Piqueros
peruanos lanzándose al agua (Foto S. Austermühle)
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Los machos son más pequeños que las hembras y emiten un silbido
agudo, mientras que las hembras vocalizan con graznidos (Zavalaga et al. 2009
citado por Zavalaga 2015). Las nidadas constan de 1 a 4 huevos, pero lo más
común es encontrar tres huevos, los cuales son incubados durante 42 días. Ambos
padres se hacen cargo del cuidado del nido tanto durante la incubación, como
durante el período de crianza. Es común ver nidos con 2, 3 y hasta 4 pichones
en algunas islas, pero el éxito reproductivo depende mayormente de la
disponibilidad de alimento. El ciclo reproductivo es el más largo de las tres
especies de aves guaneras, llegando a extenderse hasta 7 meses desde el cortejo
hasta la edad de vuelo de los pichones (Zavalaga 2015). Estudios recientes
muestran que el inicio de la reproducción de los piqueros en la costa peruana
se produce mayormente entre julio y octubre, con un pico en setiembre (Passuni
et al. en prensa citado por. Zavalaga 2015)
Piquero
peruano, Sula variegata (Foto S.
Austermühle)
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El piquero peruano, también llamado comúnmente alcatraz
ha recibido atención desde los primeros registros de las aves peruanas. En la
colección de acuarelas de Martínez Compañón (1782-1785) conservada en Madrid,
se encuentra una lámina que representa al alcatraz.
Alcatraz. Acuarela de Martinez Compañón (1782-1785)
en la Colección de Madrid
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En los Comentarios Reales (1609), Garcilaso de la Vega
también menciona al alcatraz, describiendo su comportamiento en las grandes agrupaciones
que forman al alimentarse:
“….hay
otras aves marinas, que los españoles llaman alcatraces, son poco menores que
las avutardas, manteniénse de pescado;
es cosa de mucho gusto ver como pescan. A ciertas horas del día, por la
mañana y por la tarde – debe ser a las horas que el pescado se levanta a
sobreaguarse o cuando las aves tienen más hambre – ellas se ponen muchas
juntas, como dos torres en alto, y de allí, como halcones de altanería, las
alas cerradas, se dejan caer a coger el pescado y se zambullen y entran debajo
del agua, que parece que se han ahogado; debe ser por huirles mucho el pescado;
y cuando más se certifica la sospecha, las ven salir con el pece atravesado en
la boca, y volando en el aire lo engullen. Es gusto ver caer unas y oír los
golpazos que dan en el agua; y al mismo tiempo ver salir otras con la presa
hecha, y ver otras que, a medio caer, se vuelven a levantar y subir en alto,
por desconfiar del lance. En suma, es ver docientos halcones juntos en
altanería que bajan y suban a veces, como los martillos del herrero”.
Bandada
de piqueros pescando, comportamiento descrito por
Garcilaso de la Vega en los Comentarios Reales (1609) (Foto S. Austermühle)
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